Caminando en el Desierto
¿Sabías que aproximadamente un tercio de la superficie de tierra está compuesta por desiertos? Cada desierto tiene sus propias características. Algunos son desiertos polares, otros desiertos subtropicales, otros desiertos costeros... En fin, hay muchos tipos y ninguno es igual a otro. Si nos remitimos a la definición de desierto encontramos que es: Lugar despoblado o en el que no hay gente que debido a la presencia de tierras poco fértiles, carece de vegetación o la tiene muy escasa. Es un lugar árido e inhóspito. No hay nada, ni lo más elemental. Allí se sufre todo tipo de incomodidades: la sed y el calor, las inclemencias del tiempo, los cambios bruscos de temperatura, etc.
Muchos de los acontecimientos de la Biblia se desarrollaron en desiertos; y se mencionan tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Quizás uno de los más conocidos es el desierto del Éxodo, en el que el pueblo de Dios cruza el río Jordán, tras el Éxodo de Egipto hacía la Tierra Prometida. La Biblia también nos presenta varias descripciones del desierto:
"..el grande y terrible desierto, lleno de serpientes venenosas y escorpiones, y donde no había agua." Deuteronomio 8:15
"...que los guié por el desierto, tierra seca y llena de barrancos,tierra sin agua, llena de peligros,tierra donde nadie vive, por donde nadie pasa." Jeremías 2:6
Como ves, tanto las definiciones de la Biblia como las definiciones científicas tienen en común que los desiertos son lugares desolados, sin agua, y con poca o nula vegetación. Quizás nunca lleguemos a atravesar físicamente uno, pero estoy segura que más de alguna vez en nuestra vida nos hemos sentido como si estuviéramos en uno: desolados, sin ayuda, solos, desesperanzados, vacíos...
Desierto Espiritual
Personalmente no creo que exista una definición exacta para este término, pero lo podríamos definir como un estado en el que percibimos la ausencia de Dios. Un tiempo de prueba, de soledad, de abandono, de tentación. Pero que también se puede convertir en un tiempo para descubrir o re-descubrir a Dios, un tiempo para reflexionar y quizás cambiar ciertas cosas en nuestra vida.
Si te encuentras en un desierto espiritual, lo primero que tienes que tener en mente es que Dios no está ausente. Sí, se que es cuando menos sientes su presencia, que parece que te ha abandonado en ese lugar árido sin dejarte ninguna ayuda y sin ningún propósito. Pero lo cierto es, que el que tú estés en ese desierto espiritual si tiene un propósito (como todo lo que pasa en nuestras vidas). Si Él permitió que atravieses ese desierto es con un propósito. Quizás te has alejado de Él, quizás has endurecido tu corazón al punto de no dejar que Él entre en ti, quizás estás viviendo una vida vacía que te tiene atrapada y estancada, quizás estás yendo por el camino equivocado, quizás, quizás, quizás... No sé cual sea el propósito para que Dios permita en tu vida y en mi vida que pasemos por un desierto o una prueba pero lo que si se es que "Todo lo que Dios hace es bueno. Todo lo que Dios permite es necesario." Job 2:10
A pesar que estás en ese lugar desolado e inhóspito Dios cuida de ti. Así como les dio a comer el maná a los Israelitas mientras atravesaban el desierto, así también te da a ti el alimento espiritual que necesitas para atravesarlo. Solo tienes que leer su Palabra, confiar en sus promesas y creer que Él va a sacarte de allí. Mientras tanto, aprende a caminar en el desierto sin desesperarte. Utiliza el tiempo que te encuentres en el para liberarte de apegos del corazón que no traen nada a bueno a tu vida, permitele a Dios que te muestre el camino que Él quiere que sigas y sobre todo aprovecha ese desierto para construir o reconstruir una relación personal con Dios.
Ten mucha fe, paciencia y convicción que Dios va a llevarte a la tierra prometida. Él hará que en medio de ese desierto árido y seco broten ríos y frutos para que tu te alimentes y resistas el camino que haz de recorrer para salir el; y cuando salgas- porque vas a salir- te aseguro que serás una mejor versión de ti mismo que glorificará a Dios por haberte sacado sano y salvo de ese inhóspito desierto.